Reseña del libro "El Estupor y la Maravilla"
Fascinado por la idea de custodiar obras de arte, Alois Vogel trabaja como vigilante del Museo de los Expresionistas de Coblenza, su ciudad natal. Tras 25 años como empleado en esta institucion, comienza a escribir sus memorias, en las que da cuenta de una vida anodina e insignificante en apariencia, pero de una intensidad realmente asombrosa. Maniatico hasta extremos grotescos, pero tambien tierno y enamoradizo, Vogel nos narra, como lo haria un niño que ve el mundo por primera vez, las historias que inventa sobre los visitantes que entran en su sala; su atormentada o amistosa relacion con sus compañeros; sus sensaciones y sentimientos ante los grandes maestros del expresionismo aleman; su aficion a la cerveza y a la soledad, entendida como campo de experimentacion Todas sus reflexiones, tan absurdas como aplastantes, asi como sus reacciones, reveladoras siempre de una timidez estructural, hacen de el un tipo tan solitario, extravagante y marginal como misteriosamente entrañable y familiar. Sus infinitos coloquios imaginarios y sus practicas de silenciamiento le van haciendo descubrir el extraordinario mundo de lo pequeño. El estupor y la maravilla es una epopeya de lo diminuto, un relato sobre el entrenamiento del poder de observacion -llevado hasta sus limites-, una epica, tan domestica como heroica, de los extremos a los que puede conducir el aislamiento y la ilusion. Con su ya caracteristica prosa limpida, Pablo dOrs nos ofrece aqui una inolvidable historia de tintes centroeuropeos sobre la busqueda de la plenitud en lo sencillo. Un viaje al laberinto de la mente humana. Un camino, tan modesto como elocuente, hacia la iluminacion.Fascinado por la idea de custodiar obras de arte, Alois Vogel trabaja como vigilante del Museo de los Expresionistas de Coblenza, su ciudad natal. Tras 25 años como empleado en esta institucion, comienza a escribir sus memorias, en las que da cuenta de una vida anodina e insignificante en apariencia, pero de una intensidad realmente asombrosa. Maniatico hasta extremos grotescos, pero tambien tierno y enamoradizo, Vogel nos narra, como lo haria un niño que ve el mundo por primera vez, las historias que inventa sobre los visitantes que entran en su sala; su atormentada o amistosa relacion con sus compañeros; sus sensaciones y sentimientos ante los grandes maestros del expresionismo aleman; su aficion a la cerveza y a la soledad, entendida como campo de experimentacion Todas sus reflexiones, tan absurdas como aplastantes, asi como sus reacciones, reveladoras siempre de una timidez estructural, hacen de el un tipo tan solitario, extravagante y marginal como misteriosamente entrañable y familiar. Sus infinitos coloquios imaginarios y sus practicas de silenciamiento le van haciendo descubrir el extraordinario mundo de lo pequeño. El estupor y la maravilla es una epopeya de lo diminuto, un relato sobre el entrenamiento del poder de observacion -llevado hasta sus limites-, una epica, tan domestica como heroica, de los extremos a los que puede conducir el aislamiento y la ilusion. Con su ya caracteristica prosa limpida, Pablo dOrs nos ofrece aqui una inolvidable historia de tintes centroeuropeos sobre la busqueda de la plenitud en lo sencillo. Un viaje al laberinto de la mente humana. Un camino, tan modesto como elocuente, hacia la iluminacion.
Pablo d'Ors (Madrid, 1 de julio de 1963) es un sacerdote católico y escritor español.
Pablo d´Ors nació en Madrid, en 1963 en el seno de una familia de artistas, y se formó en un ambiente cultural alemán. Es nieto del ensayista y crítico de arte Eugenio d'Ors, hijo de Juan Pablo d’Ors Pérez-Peix, médico humanista, y de María Luisa Führer. Es discípulo del monje y teólogo Elmar Salmann.2
Tras graduarse en Nueva York y estudiar Filosofía y Teología en Roma, Praga y Viena —donde se especializó en germanística—, se doctoró en Roma en 1996,2 bajo la dirección de su maestro Elmar Salmann, con una tesis titulada «Teopoética. Teología de la experiencia literaria». Fue ordenado sacerdote en 1991,2 y destinado a la misión claretiana de Honduras, donde desplegó una labor evangelizadora y social.
De vuelta a España, compaginó su trabajo pastoral —como coadjutor parroquial primero y como capellán universitario y hospitalario después— con una labor docente como profesor de Dramaturgia y de Estética Teológica en diversos centros superiores de España y de Argentina. Tras conocer al jesuita Franz Jalics, en 2014 fundó la asociación "Amigos del Desierto", cuya finalidad es profundizar y difundir la dimensión contemplativa de la vida cristiana. Poco después fue nombrado consejero del Pontificio Consejo de la Cultura por designación expresa del papa Francisco.
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