El 11 de septiembre de 2001, ante los ojos incrédulos y aterrorizados del mundo se derrumbaban las Torres Gemelas de Nueva York, sepultando bajo toneladas de escombros miles de existencias inocentes y el sentido mismo de la vida civil en una gran metrópolis. Aquel día lo inimaginable se hizo realidad. El World Trade Center había nacido de un sueño que parecía una aventura de la ingeniería, y pronto se había