Perdido debajo del monte perdido. Así empieza el himno del Sobrarbe. Una comarca con identidad propia. Que durante los años 60 del siglo XX sufrió una despoblación masiva por la construcción de pantanos y centrales hidroeléctricas. Los que se resistieron a salir de sus casas fueron sacados, o bien por el agua porque cerraban las compuertas de las presas, o por la guardia civil. Inundadas las mejores tierras el resto se fue después, especialmente las chicas jóvenes, ya que no tenían ninguna expectativa de mejorar sus vidas. Si bien la novela no lo trata directamente, si trata las consecuencias de la soledad de las personas mayores en el medio hostil que se convirtieron sus pueblos, la falta de afecto y abandono, a veces hace que las personas no controlemos nuestros actos. Los que por diversas razones regresan, intentan recuperar todo aquello que les trae buenos recuerdos. Sus amigos, sus casas, sus huertos, sus trabajos, hasta sus amores de juventud. Pero ya nada es igual porque todo ha cambiado.