BEATA MARÍA DE JESÚS CRUCIFICADO, carmelita descalza del siglo XIX, es prodigio de humildad y de grandeza en la vivencia de las virtudes teologales y del miste-rio de la cruz. «Sin apenas saber ni leer ni escribir», ha sido admiración de teólogos y de todos los conventos de carmelitas descalzas desde finales del siglo XIX hasta nuestros días. ¡Son sublimes y sencillos sus comentarios a las tres Virtudes Teologales sobre el fundamento de la humanidad! BEATA MARÍA DE LA ENCARNACIÓN, ursulina del siglo XVII, «reúne en sí de modo admirable la contemplación y la acción. En ella se realiza plenamente la mujer cristiana, con prodigioso equilibrio, en todos los estados de vida: esposa, madre, viuda, trabajadora, religiosa, misionera... Y todo ello siendo siempre fiel a Cristo, siempre en unión con Dios» (Juan Pablo II). De ella también se ha dicho: «Como mística es la primera de Francia y muy cerca –si no a la misma altura– de Santa Teresa de Jesús» (Baldomero Jiménez Duque); «... la Teresa de nuestros días y del nuevo mundo» (J.B. Bossuet, 1697). Una y otra, beatificadas ambas por Juan Pablo II, comparten ahora las páginas de este libro por lo que tienen de profunda semejanza en su mística crucifixión y vivencia transformante de la Trinidad Santísima en el alma cristiana.-PRESENTACIÓN--MARÍA DE JESÚS CRUCIFICADO--INTRODUCCIÓNBIBLIOGRAFÍACAPÍTULO I: La humildad1. Motivos de humildad2. Conquista de la humildad3. Recompensa de la humildadCAPÍTULO II: La fe1. Los atributos de Dios2. Jesús3. El Espíritu Santo4. La Santísima Virgen5. La santa Iglesia6. El sacerdoteCAPÍTULO III: La esperanzaCAPÍTULO IV: La caridad1. Amor de Dios2. El deseo de la muerte3. Amor al prójimo--MARÍA DE LA ENCARNACIÓN--PRÓLOGO, por Elías RoyónCRONOLOGÍA DE LA VIDA DE MARÍA DE LA ENCARNACIÓNPLAN DE MARÍA DE LA ENCARNACIÓNINTRODUCCIÓNBIBLIOGRAFÍAPRIMER ESTADO DE ORACIÓN: Piedad1. La llamada2. Espíritu de recogimiento3. Piedad sacramental4. Gusto por la predicación5. La liturgiaSEGUNDO ESTADO DE ORACIÓN: Conversión6. Sangre redentora7. En soledad8. Cristificación y lecturasTERCER ESTADO DE ORACIÓN: Humildad9. Espíritu de CristoCUARTO ESTADO DE ORACIÓN: Presencia velada10. Cristo luz11. Preparando desposorios12. Ven, Señor, no tardesQUINTO ESTADO DE ORACIÓN: Con dios en el mundo13. Los consejos evangélicos14. Eucaristía-fuerza15. Batería de los demonios16. Heridas de amor17. Corazón rasgadoSEXTO ESTADO DE ORACIÓN: Más pureza18. Santísima Trinidad, luz que dispone19. Amor y luz20. Toques crucificantes21. Sello de Dios en la cera del almaSÉPTIMO ESTADO DE ORACIÓN: Bodas del alma22. Santísima Trinidad, matrimonio espiritual23. Mutua entrega24. En el Verbo25. Martirio de amor26. Respuesta27. De espíritu a Espíritu28. Vocación religiosa: nueva llamada29. Las ursulinas30. Como AbrahánOCTAVO ESTADO DE ORACIÓN: Vida trinitaria31. Prueba de sangre32. Confianza33. La Santísima Trinidad, comunión de vida34. Exultet35. Tentaciones36. Nuevos directoresNOVENO ESTADO DE ORACIÓN: Id y predicad37. Sueño misional38. Maestra espiritual39. Monasterios y misiones40. Por el reino de Cristo41. Realidad de un sueñoDÉCIMO ESTADO DE ORACIÓN: Misión Canadá42. Ofrenda victimal43. Directores de conciencia44. ¿Don Raymond misionero?UNDÉCIMO ESTADO DE ORACIÓN: Victimación45. Juegos de la Providencia46. Alegría de la cruz47. De viaje48. Mar adentroDUODÉCIMO ESTADO DE ORACIÓN: Noches49. Quebec, puerta de América50. El primer surco51. Sembrar entre sufrimientos52. Purgatorio53. Pagando deudas54. Tormento de mis faltas55. Profunda pureza del espíritu56. Nuevas constituciones57. Lo más perfectoDECIMOTERCER ESTADO DE ORACIÓN: Albores58. Liberación59. Fuego y ceniza60. Inteligencia de las Escrituras61. Doble cruz: martirios, incendio62. Conformidad63. Volver a empezar64. En obras65. Etapa final66. Bienaventurados los pobres67. Sarmientos en la vid68. Cristo vive en míSUPLEMENTO A LA «RELACIÓN DE 1654»