Esta es una novela que destila amor: Por el teatro, por Moliére, por la libertad. Que ha hecho ver a muchos en el personaje de Luis XIV un trasunto del propio Stalin. Pero, en cualquier caso, es el amor por Moliére lo que impregna el libro. De cabo a rabo. Todo Moliére está aquí: su difícil juventud, su ingreso en los salones de la nobleza, sus turbadoras relaciones con su propia hija, la llegada final a la corte, los ataques de la iglesia. Pero también está su siglo, un siglo que ese pobre saltimbanqui que fue Jean Baptiste poquelin vivió como un visionario, o un loco, bajo el poder ilimitado y autocrático del rey sol. Junto al maestro y margarita y la guardia blanca, vida del señor de Moliére es una de las más importantes obras de ese singular genio llamado Mijaíl Búlgaro.