Moro presenta un lugar ficcional donde existe una sociedad en la que no existe la propiedad privada, donde todo el mundo trabaja sin estar separado por la barrera de las clases, en la que lo más importante no es el consumo sino la producción. Además de establecer la idea de ese lugar ideal, se prefiguran elementos que luego se harán realidad en el Renacimiento, como la elevada apreciación del arte.