Álvaro es un niño de 5 años que, como todos los niños, escucha a menudo cómo los adultos le dicen que no llore, no se enfade o que no tenga miedo. Una de las noches en las que se enfada por tener que irse a la cama, su mamá decide contarle un cuento, "Una soleada noche de un frío verano", con el fin de que Álvaro descubra que en un país nórdico, durante seis meses, no se pone el sol, y que allí un niño como él piensa que eso es «normal». Álvaro descubre así que hay cosas que creemos «normales», como que enfadarse o llorar no es «bueno», y sin embargo eso no es completamente cierto.