Azorín fue elegido miembro de la Real Academia Española, tras algún que otro intento fallido, el 28 de mayo de 1924, y leyó su discurso de ingreso cinco mesesEncuadernación: Rústica después, el 26 de octubre del mismo año. Ocupó la silla P. Le dio la bienvenida en nombre de la corporación don Gabriel Maura Gamazo, conde de la Mortera.El presente volumen contiene ambos discursos, para los que sigue fielmente la edición original. El del recipiendario, Una hora de España. (Entre 1560 y 1590), es en realidad, más que un discurso, uno más de los muchos libros de Azorín, una obrita que cabe encuadrar dentro de la serie de ensayos o conjuntos de viñetas de evocación histórica, paisajística y vital impregnadas de la meditación sobre el tiempo que tan característica es del autor y a la que pertenecen títulos como España. Hombres y paisajes (1909) o Castilla (1912). A través de una serie de estampas que nos trasladan a los tiempos de Felipe II asistimos a una ensoñación cordial de la España pretérita y eterna. Una hora de España es uno de los más bellos libros de Azorín. Es Azorín en estado puro.