Una niña encuentra un ratoncito de campo en un cubo, entre los tomates que acaba de recolectar. Lejos de asustarse, le encanta su descubrimiento y adopta al animalito como mascota. Le gusta tanto su nueva adquisición que el ratoncito acompaña a la niña al colegio, bien protegido en una cajita dentro de su cartera. Con el tiempo el animal demuestra ser mucho más inteligente y hábil de lo que cabría haber esperado. Por una serie de circunstancias que el lector no tardará en descubrir, el roedor entrará en contacto con una serie de ratones de ciudad con los que se establecerá una relación muy especial. Algunos de ellos demuestran ser tan diestros en muchos aspectos como el pequeño lirón de campo. La escolar conoce también a algunos de los amiguitos de su querida mascota y entre todos ellos y una compañera de colegio tan diligente como nuestra avispada y valiente protagonista se establece una relación de lo más especial. En esto, interviene, con un libro de relatos para leer en grupo, el propio autor de la novela, introduciendo con su aportación una circunstancia que enriquece la trama de manera insospechada.