Desde sus orígenes, y especialmente en el periodo de dieciséis años de la denominada República Liberal. El Diario de Pereira y Vanguardia Liberal de Bucaramanga se constituyeron en referentes de la vida cotidiana y de las luchas partidistas en sus respectivas ciudades. Estos dos periódicos, al tiempo que se robustecían como empresas familiares, también formaban y moldeaban la naciente opinión pública, fungían como voceros cívicos de las urbes en proceso de modernización y promovían una nueva función publicitaria. Los dos diarios empezaron a consolidarse a partir del retorno al poder presidencial del Partido Liberal Colombiano en 1930.Para entonces la nación colombiana se transformaba vertiginosamente por la densificación urbana, la red ferroviaria y de transportes, la expansión cafetera, la industrialización de bienes de alimentos y de servicios, la colonización de los valles interandinos, los litigios por la tierra y los atisbos de nuevas formas de violencia bipartidista en el campo.