Tiempos de Cambio

Jesús Gutiérrez Velarde · Independently Published

Ver Precio
Envío a todo Argentina

Reseña del libro

Estamos en tiempos de cambios, cambios como nunca antes se han visto en la historia, de magnitudes tales que nos cambian incluso a los que no queremos cambiar, a los que nos negamos a aceptar el hecho de que nada es permanente, que lo que nuestros padres consideraban inadecuado, impropio de la sociedad que vieron en la segunda parte de sus vidas, cuando tenían hijos ya crecidos, no lo era, no al menos de la forma en que lo es ahora en que casi no hay tiempo real para asimilar tantas y tantas cosas que suceden en el mundo y que nadie puede parar ya. No hay nada, absolutamente nada que permanezca tal cual por mucho tiempo. Ni el concepto de familia que se multiplica por cien, por mil, adquiriendo límites insospechados, hasta la inmensa pobreza que se va acumulando por doquier mientras unos pocos, los privilegiados, se van adueñando cada vez más de la tarta que, en teoría, debería ser de todos o, al menos, a la que todas deberíamos tener acceso por pequeño que fuera. No es así y es posible que nunca lo sea. Los excluidos se amontonan por el mundo, indefensos, aislados, olvidados por un sistema que tarde o temprano tocará fondo cuando la productividad no se pueda mejorar más, cuando no haya más que producir, cuando los derechos, la riqueza, el poder, estén en manos de unos pocos que gobernarán el mundo a su antojo sin que los demás, todos nosotros, tengamos la menor oportunidad de revertir una situación que parece ya irreversible. Pero si ocurriera, si el milagro si produjera y el hombre cayera en la cuenta de que por encima de todo están los seres humanos, será tarde ya para millones y millones de individuos que habrán pasado por la vida cual fantasmas y de los que no quedará ni recuerdos. Así es el mundo que no está tocando vivir. Así son las desalmadas corporaciones que regentan el mundo por encima de los propios gobiernos incluso cuando unos pocos de estos querrían cambiar lo que, seguramente ya saben, no podrán. A veces, me avergüenzo del ser humano, de la inmensa codicia con la que se entrega a la vida, siempre insatisfecho con todo, siempre listo para generar más poder, más dinero, más riqueza por mucho que la que ya posee le alcanzara varios milenios sin necesidad de levantar un dedo nunca más. Me avergüenzo de los políticos casi todos los días, tan pagados de sí mismos, incapaces de lidiar seriamente con lo que realmente atañe a los ciudadanos de a pie. Me avergüenzo de la sociedad en la que nos estamos convirtiendo con los mismos prejuicios de siempre, sólo que ahora silenciados por leyes que no dejan de ser palabras vacuas y sin ningún significado. El mundo tiene los años contados, no sé si 20 o 200, pero si no somos capaces de cambiar la vista y poner otro rumbo hacia lo cierto, hacia las personas, hacia la igualdad, hacia todos y cada uno de los ciudadanos que lo pueblan, un día nos daremos cuenta de que ya no hay hacia dónde mirar, que nuestro ombligo es demasiado pequeño para resistir las embestidas del remordimiento que, de eso estoy seguro, ha de llegar un día.

Opiniones del Libro

Opiniones sobre Buscalibre

Ver más opiniones de clientes