Martín, un vecino de Eibain, muere en la víspera de Santa Águeda, en un momento de exaltación por los tradicionales cantos a la santa y los excesos alcohólicos. Empiezan a correr los rumores por el pueblo. Se especula que lo mató una cuadrilla de amigos bajo los efectos del vino y de la euforia festiva. Pero nadie ha visto ni oído nada. Además, Martín no pudo estar allí durante la fiesta ya que murió atropel