Durante la celebración del carnaval, el momento mágico en el que cada uno puede adoptar la personalidad que desee, Pino Pigliacielo ha decidido suicidarse, pero no sin antes hacer recuento de los últimos acontecimientos que han tenido Pieve di Lombardía como escenario. Su relato ofrece una imagen muy sombría de los habitantes de Pieve di Lombardía, así como una explicación más turbia que la que generalmente ha aceptado la comunidad acerca de algunas muertes misteriosas. En realidad, Pino pone de manifiesto un entramado de relaciones personales presidido por la traición, el chantaje, la cobardía, la mentira y la calumnia, una red de relaciones en las que el amor, el sexo y el engaño van siempre de la mano, y en el que no parece haber nadie libre de culpa. Aldo Busi se ha empeñado en llevar a sus límites e investigar en las técnicas narrativas más prestigiosas del siglo XX. En este caso ha logrado llevar el monólogo interior hasta sus últimas consecuencias y, al hilo de los pensamientos del protagonista, ofrecer un amplio fresco del panorama humano de una ciudad de provincias que en realidad actúa como ejemplo de cualquier ciudad del mismo tipo. El modo en que trata el sexo, de un modo franco y directo, sin eufemismos ni rodeos, es otra de las particularidades que han llamado la atención de la crítica especializada italiana, y que ha convertido a Busi en uno de los autores más leídos y debatidos en su país.