Pocos escritores extranjeros han obtenido en la Argentina el meteórico éxito de José Mauro de Vasconcelos, el célebre autor de Mi planta de naranja-lima, obra que, ofrecida como primicia al lector de habla castellana en 1971, ha sido objeto de numerosas ediciones y de los más favorables comentarios críticos. Precisamente durante la primera visita del autor a Buenos Aires, con motivo de la presentación de esa novela, él expresó en animado diálogo con el público que, de todos sus libros, quizás el más próximo a su corazón era este que hoy ofrecemos al lector: Rosinha, mi canoa, que en Brasil ha alcanzado ya más de 21 ediciones.Todo el mundo mágico, de recuerdos, leyendas y misterio, inocencia y rebeldía que forma parte constante de la inspiración de Vasconcelos está presente en esta novela deliciosa, que ofrece un fascinante friso de la vida natural y de las sofisticaciones del mundo contemporáneo. Es el eterno contrapunto entre el ensueño y la realidad.Desarrollada tan pronto en medio de la inmensidad subyugante y deslumbradora de la selva brasileña, como teniendo por marco el brillo y las limitaciones de las grandes ciudades, esta obra escrita con extraordinaria maestría constituye, en suma, un canto de amor y esperanza.'