Viajar en el tiempo sigue apasionando a muchos. La ciencia, todavía en pañales, no logra ni siquiera encontrar el inicio del camino. Sin embargo, como decía la poeta Emily Dickinson: “Para viajar lejos no hay mejor nave que un libro”. Este libro de Andrés Neira, entrega fuertes vientos a nuestras naves y nos impulsa a recorrer caminos ya transitados o tal vez imaginarios, donde estuvimos o hubiéramos querido estar. Las coordenadas no son precisas y la brújula puede fallar. Los que no fallan y nos acompañan en cada cuento, son el humor, la ironía y la esperanza.