Este libro se inicia con los principios de la práctica médica y continúa con las patologías más comunes de la cardiología ambulatoria. En ambas partes se apoya en notas históricas sobre quienes contribuyeron a definir los principios y los que contribuyeron al avance en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades. No es habitual que en un libro de práctica médica se reflexione sobre los principios y virtudes que debe cultivar el médico para obtener una adecuada relación con su paciente, partiendo por tener claras las diferencias entre los estados de salud y de enfermedad. Si se tiene en mente las limitaciones que implica una enfermedad, aguda o crónica, se podrá entender mejor la necesidad de las virtudes del acto médico y que resalta el autor: el respeto, la compasión, la honestidad, la humildad y la prudencia, todas ellas orientadas a preservar la dignidad del paciente y a lograr su recuperación física y espiritual. El ejercicio y cultivo de estas virtudes son fundamentales en el quehacer de un médico en su práctica clínica. Tal vez por ello el autor prefirió englobar en un solo libro los principios y la práctica de la Cardiología y en esta primera parte nos trae a la mente la esencia de la vocación médica, la que inspiró en su momento a quienes optaron por esta profesión tan hermosa, pero que requiere de tanta entrega personal al servicio de los enfermos. Aún cuando el ejercicio de la medicina tenga hoy muchos recursos tecnológicos, la práctica médica debe seguir orientándose a consolar, aliviar y, cuando sea posible, contribuir a sanar. Con las mayores expectativas de sobrevida y de mejor calidad de vida, la misión del médico en la preservación de la salud y alivio de la enfermedad adquiere cada vez más importancia. Solo así, comenta el doctor Lama, un médico puede ayudar a un paciente a superar las limitaciones derivadas de una enfermedad y a reintegrarse a una vida plena.