En los albores de la filosofía de Occidente se ubica o una serie de pensadores de quienes nos separan ya más de dos mil quinientos años. Sus palabras han sido transmitidas por autores posteriores y llegan hasta nosotros en forma muy fragmentaria. Sin embargo, poetas y pensadores de todas las épocas -como Martin Heidegger, Leopoldo Marechal o H. G. Gadamer- se sintieron atraídos por esos textos antiquísimos. Quien se acerca a ellos experimenta una especie de fascinación: en las frases de Tales, Anaximandro y Anaxímenes, en los testimonios acerca de la figura legendaria de Pitágoras, en los sobrios versos dejenófanes y en las tan singulares sentencias de Heráclito late todo un mundo espiritual, rico en sugerencias, capaz de estimular-aún hoy- la inteligencia del hombre contemporáneo.
"Un Clásico que debe ser de permanente consulta desde ei dioma original de los autores"