Aquí se reúnen siete décadas de trabajo de un poeta en quien; según el crítico y escritor Nicolás Rosa; la cultura letrada se superpone a una cultura campesina en una combustión alucinante.La originalidad de esta obra logra sacralizar los objetos cotidianos sin despojarlos de su sabor ni de su olor; de su avasallante poder de seducción. El trabajo del poeta; para Padeletti; consiste en tallar las palabras a fin de otorgarle a cada una su lugar en el conjunto sin resignar su propia silueta; su propia identidad. Pulirlas hasta que brille el hueso. Por supuesto; esta labor no puede afluir sino en formas breves; precisas; lacónicas.Padeletti; un lírico en quien se destaca la musicalidad como atributo indeclinable del poema; jamás se identificó con un grupo; ni con una generación; ni con un movimiento. Para este solitario; el ejercicio de la poesía fue siempre; antes que un artefacto de ingenio; un don que compromete a quien lo posee. Su obra tiende a la belleza; el deleite y la armonía. Salvador GargiuloEn la poesía de Hugo Padeletti el ahora se encarna desde el carácter irreductible de la forma artística; allí donde se produce esa rebelión del anacronismo: el salto cualitativo del ahora frente a las eficacias instrumentales del progreso y las inconsistencias de lo efímero. Jorge Monteleone