En Persuasión las peripecias son mínimas y los grandes acontecimientos están casi ausentes. Apenas hay sucesos externos, y buena parte del relato está al servicio de dar cuenta de los pensamientos, esperanzas, zozobras, dudas, inseguridades y recuerdos de la contenida Anne Elliot, cercana en su modo de ser a la Elinor Dashwood de Sensatez y sentimientos, otra gran obra de Jane Austen.