En lo que se refiere a la actividad matemática, el pensar es reconocido como actividad fundamental. Imaginamos a los matemáticos trabajando fundamentalmente con su pensamiento; los padres y docentes pretenden que los estudiantes piensen para aprender el cálculo; si alguien es bueno con la matemática, concluimos inmediatamente que es inteligente para pensar. Este libro trata de docentes que acompañan a sus estudiantes en el laborioso proceso de pensar para aprender matemática. Pero no es sólo eso. eS una invitación a los docentes a seguir pensando lo que pasa en la clase de matemática.