A fines de 2010 y durante 2011, los jóvenes británicos protagonizaron un despertar político y una seguidilla de movilizaciones que los medios tradicionales no fueron capaces de registrar más que en su superficie. Laurie Penny estaba en el lugar correcto en el momento oportuno, armada de un teléfono con acceso a internet y comenzó a twittear lo que pasaba frente a sus ojos; luego, desde su blog, escribió una serie de crónicas que rápidamente circularon corno un virus alrededor del mundo. Al poco tiempo, el blog se convirtió en columna de la prestigiosa revista New Statesman y de diarios como The Guardian y The Independient, y ahora en un libro. Y Penny la roja, en una de las voces más escuchadas de la Nueva Izquierda inglesa.