Como es sabido, entre todos los textos griegos que han llegado hasta nosotros, ninguno habra sido tan controvertido y tan erizado de dificultades interpretativas como estos restos del poema de Parmenides, a tal punto que no ya tan solo casi todos y cada uno de los alrededor de ciento sesenta versos que se han conservado, sino incluso en el sentido mas general del escrito ha dado pie a interminables disputas entre los estudiosos