Raymonda Hawa-Tawil era muy joven cuando comprendió que vivir en una tierra prometida podía resultar una desgracia. Hija de una familia acomodada, se dedicó desde siempre al periodismo, y en los años setenta creó una agencia de noticias Palestina en el corazón de Jerusalén, luchando con su palabra contra la intolerancia y a favor de la reconciliación. Después de muchos años de actividad política en uno de los enclaves del mundo más torturados por la historia, esta mujer, que algunos llaman "la Pasionaria palestina" y es hoy la suegra de Yasir Arafat, aún cree que Jerusalén puede y debe llegar a ser la ciudad de todos, y desde este convencimiento ha escrito Palestina, toda una vida, unas memorias donde caben las experiencias más dispares, desde la tortura en las cárceles israelíes hasta la emoción de la maternidad. En estas páginas fuertes, lúcidas, que huyen de las palabras huertas para estar muy cerca del día a día de su gente, Raymonda nos enseña que sólo la voluntad de diálogo puede hacer que las promesas se conviertan en realidad.