en marzo de 1948, fintan allen, de doce años, sube temeroso con su madre, maou, a bordo de un buque que zarpa de francia con destino a onitsha, a orillas del río níger. mientras maou cree que el reencuentro con su marido será el comienzo de una época feliz, fintan desconfía de su padre y de lo que le aguarda en ese remoto continente. lo cierto es que áfrica ha abrasado a geoffroy «como un secreto, como una fiebre», y que éste ha quedado cautivado por las creencias y la historia de sus antiquísimos pueblos. veinte años después, fintan, profesor en bristol, comprenderá que todo lo que vivió en onitsha lo marcó para siempre.