Perfume, Belleza, Amor, tres palabras indisolublemente vinculadas a todas las civilizaciones. Por qué el hombre, desde los tiempos más remotos se ha esforzado por arrancar de la naturaleza el secreto de sus fragancias? Deseo de refinamiento, poder de seducción, porción de sueño y evasión? El olor es una llamada al amor. Los olores producen alegría o tristeza, risa o lágrimas. Unos despiertan los sentidos, otros los serenan. La moda, este caprichoso tirano al que todos obedecemos aunque sea a regañadientes, ejerce una gran influencia sobre la idea que nos formamos de los olores. Así, en el siglo XVII, era de buen ver cubrirse de perfumes, ya que semejante costumbre permitía atenuar los malos olores que se esparcían por falta de higiene y fue recién en el siglo XVIII cuando se inició realmente el reinado de París en lo que se refiere a elegancia, lujo y moda. 1880 abrió una nueva era con los grandes descubrimientos de la química moderna. Y en 1900 fue cuando se dio el momento decisivo con el nacimiento de la perfumería contemporánea gracias a la confluencia, como escribió Madame de Staël "...de la moda, la química y el comercio". Los perfumes creados a base de pachulí y flores, desaparecieron con la primera guerra mundial, con el círculo social reducido y ya agonizante que los llevaba. Dejaron lugar a nuevos perfumes aturdidores, evocadores de viajes exóticos, surrealistas, intensos y vigorosos. Porque el perfume, más vinculado a la evolución de la sociedad que a la sociedad misma, no resiste las conmociones históricas o sociales y tiende a desaparecer con una determinada época. MODA Y PERFUMES procura trazar a grandes rasgos la maravillosa historia de las complejas relaciones del Hombre con, por un lado, sus olores sagrados, paganos y profanos, y del otro con la moda, este tirano de los tiempos modernos. Sobrevolaremos París, Madrid, Nueva York, La Belle Epoque, Los Años locos.