Hugo y Olivia llevan años pidiendo un perro a sus padres y, después de muchas súplicas, lloros y promesas, ¡lo consiguen! Pero la alegría les va a durar poco. Troya, la perrita de ojos saltones que tiene loquita a la familia, desaparece como por arte de magia y todo apunta a que la ha secuestrado un vecino de la comunidad... Pero ¿quién?
"Le compré el 2 en Argentina y le gustó mucho, por eso le busqué el 1 en el sitio web. Muy gracioso , mi hija tiene 8 años."