"Mirina, como historieta, resulta una especie de paradoja temporal anclada, simultáneamente en el pasado, el presente y el futuro. Por un lado, es un elogio de algo que conocemos, una forma clásica de hacer historieta de aventuras. A pesar de eso, nunca se siente que atrase y no sólo habla de cuestiones muy actuales sino que va a ayudar a dar forma a lo que viene. Además, el libro tiene la virtud de ser, a la vez, algo tonto y también profundamente inteligente. Siempre que Mirina y Fede se ríen como boludos y alguien lo remarca, uno se ríe, con ellos y de ellos, porque con nuestros amigos, los de verdad, también somos así. Pero antes que cualquier otra, Mirina es una sola cosa: una historieta divertida que hay que leer sí o sí". Del texto de contratapa escrito por Tomás Wortley