El golpe cívico-militar en la Década del 30 constituye una herida que arrasó el sistema institucional y cuyas consecuencias perdurarán.El régimen supervisaba los contenidos en los ámbitos culturales; sin embargo; esa hostilidad y cercenamiento de la expresión; no significaron un impedimento para que la creación y el arte estuvieran vigorosamente presentes en áreas como la literatura; el cine; el periodismo; en una ciudad que continuaba su crecimiento para llegar a ser una moderna metrópolis con avances en lo industrial; en las construcciones urbanas; en las posibilidades de información; en el incremento del consumo de los medios de comunicación; de la lectura en ediciones de bajo costo y producciones cinematográficas; que proporcionaban representaciones identificatorias a los sectores populares. Al mismo tiempo; se producían rupturas en los imaginarios sociales sobre los roles tradicionales de la mujer; planteados desde la asimetría: carencia de independencia económica; sometimiento a la autoridad paterna o marital; negación del acceso a los derechos civiles; como el voto; que comienzan a ser cuestionados exigiendo condiciones igualitarias. Este discurso con distintos grados de estereotipia; se visibiliza en la obra que presentamos; instalando la adaptación del sujeto femenino urbano en la modernidad; que si bien no entra en oposición rotunda; exhibe las dificultades por las que el sector tuvo que pasar; en la búsqueda de un plano de igualdad sobre el que trabajará en las décadas siguientes.