Cada noche, antes de dormir, en lugar de ovejas, Dani cuenta todas las veces que ha sido feliz. Sobre todo, le gusta contar los momentos felices que pasa con Frida, como cuando juegan en los columpios o cuando pintan puestas de sol a las dos les encantan las puestas de sol. Está casi segura de que es una de las personas más felices del mundo.
"Es un buen libro, se lo compré a mi hijo porque debía leerlo en el colegio, le gustó. Las ilustraciones son preciosas y la letra es genial para una lectura fluida."