El mandala es una recreación simbólica del mundo en una figura geométrica que proyecta un estado de paz en quien lo contempla o lo colorea. Podemos pintar un mandala desde el centro hacia fuera, representando el movimiento de nuestras emociones hacia el exterior; o justo al contrario desde fuera hacia dentro, adquiriendo conocimiento de lo externo en nuestro interior. Ambos casos suponen un momento ideal para liberarse de la tensión diaria.
"En este libro destaco la calidad del papel, los colores realmente resaltan y al terminar la mandala parece papel tapiz decorado. Me encantó!"