La presente obra estaba basada en una teoría sobre la clasificación de las memorias, no en un sentido médico, sino en uno de tipo existencial, de forma tal que conforman parte de la forma en la que se observamos y entendemos la vida. El libro consta de once cuentos, narrados de una forma diferente cada uno; uno por cada tipo de memoria. Las narraciones evocan un bosque de recuerdos en el que el esplendor de la memoria es lo que le da sentido a la forma de percibir el mundo. El libro, de alguna suerte, trata de plantear que somos lo que recordamos; somos cómo recordamos; somos cómo nos recuerdan y somos, como recordamos que nos recuerdan.