Estamos en Macondo y su región una vez más entre personajes y episodios reconocibles pero ahora caen pájaros muertos sobre el poblado rompiendo mosquiteros y alambradas un cura ve al diablo o afirma haber encontrado al judío errante y visitar la tumba de un ser querido supone un riesgo impredecible. Y hay que enterrar a la Mamá Grande soberana absoluta de este mundo que falleció en olor de santidad a los noventa y dos años tras haber conservado la virginidad durante toda su vida y a cuyos funerales acude el presidente de la República y hasta el Sumo Pontífice en su góndola papal pero también guajiros contrabandistas arroceros prostitutas hechiceros y bananeros llegados para la ocasión.