Las distracciones, que están por todas partes, son enemigas de nuestra felicidad, ya que nos impiden centrarnos en lo que realmente importa y nos sumergen en estados de ansiedad, estrés y frustración contante. De manera que, si lo que realmente deseamos es vivir con alegría y bienestar, es importante aprender a gestionarlas para que no se interpongan en nuestro camino y nos impidan conseguir nuestros objetivos