Las composiciones poéticas de esta antología han viajado a través de los siglos de boca en boca, de padres a hijos, de abuelos a nietos, cantadas por juglares en los caminos de la península ibérica, guardadas en el corazón anónimo del pueblo inmigrante y recreadas con ternura en tierras americanas, donde han adquirido tonalidades y características propias.