Vivimos en una sociedad adictiva. Las personas que la formamos hemos ido perdiendo nuestra libertad interior y hemos buscado, aun sin darnos cuenta, caminos para escapar del dolor que nos produce el no haber solucionado satisfactoriamente nuestro anhelo de enta¬blar relaciones sanas e íntimas con nosotros mismos, con los demás y con Dios. Cuando hablamos de adicciones pensamos en cigarro, alcohol, droga y otros, y clasificamos a las perso¬nas que padecen esos problemas como enfermas. Sin embargo, no percibimos que muchos podríamos sentirnos aludidos si ampliáramos el campo de las adicciones a todas las que existen y atrapan a los seres humanos. Las conductas compasivas y obsesivas son en sí mismas formas de adicción; de éstas difícilmente se escapa alguno de nosotros si de verdad queremos ser sinceros y realistas.
"Las autoras abordan la temática de adicciones de manera muy didáctica y entendible, haciendo hincapié en lo que es: una enfermedad que afecta las esferas biológica, psicológica, social y espiritual de la persona y cuyo abordaje debe atender la totalidad de ellas. Muy recomendada su lectura."