La publicación en español de mis Lecciones de Derecho Procesal Civil es algo que no solo me honra, sino que, lo digo con mucha sencillez, también me hace muy feliz. Esto sobre todo porque ya habiendo avanzado los años, cuando pienso en mi vida laboral, el recuerdo más hermoso y para mí el más gratificante sigue siendo hoy el desarrollo del curso de procesal civil; el recuerdo de las lecciones, del esfuerzo que hacía por esclarecerme a mí y a los estudiantes el cómo y el porqué de los singulares temas, y las mejoras que año tras año me parecían necesarias desarrollar a fin aportar a la difícil relación entre ley sustantiva y proceso, en el equilibrio continuo entre privado y público en la disciplina y la interpretación del proceso civil. El volumen que hoy mis queridos amigos de Lima querían traducir surgió de mis más de treinta años de experiencia docente y de los escritos con los que cada año intenté desarrollar, incluso a nivel científico, singulares temas más o menos extensos.