El azar juega con los personajes de esta nueva obra de Antonio Buero Vallejo y les tiende sus trampas. Incapaces de superarlas, condenarán su vida a la falsedad, pero ese mismo azar les obligará luego a asumir sus consecuencias. Buero Vallejo otorga a su obra una profunda carga simbólica que eleva el suceso individual y aislado al plano colectivo y social. La insatisfacción de una vida familiar inauténtica y la irresponsabilidad de una actividad pública relacionada con el tráfico de armas y residuos contaminantes suscita la reflexión: la inconsciencia favorece el azar; lo casual y lo fortuito puede ser irreversible.