Faltos de otros antecedentes de mayor antigüedad -aunque no de mayor alcurnia-, son las murallas medievales los blasones que mejor nos recuerdan que Madrid no nació ayer, que su historia está contemplada por al menos doce siglos de historia cotidiana tejida entre todos. Se ha pretendido, en este trabajo, recuperar lo q ue conocemos o suponemos sobre esos muros, ayudar a que se vuelvan a convertir en motivo de