La tutela cautelar es un aspecto muy poco estudiado en la doctrina procesalista. Si la obra principal de referencia en la materia sigue siendo un estudio de Calamandrei de hace más de ochenta años, quiere ello decir que en algo hemos fallado. Las obras jurídicas son muy efímeras, y cuando la vigencia de una de ellas dura más de algunas décadas es porque la doctrina no ha evolucionado en sus conceptos para mejorarlos y adaptarlos cada vez más a la realidad. Las obras antiguas tienen relevancia desde el punto de vista histórico, sobre todo para descubrir la respuesta a antiguos problemas o el origen auténtico de los actuales. Sin embargo, insisto, difícilmente se puede trabajar con ellas más allá de lo ya indicado, que no es poco. En dicha obra, el maestro florentino, no sin algo de desorden, enunciaba como características de las medidas cautelares la instrumentalidad, la provisionalidad y el periculum in mora, describiendo el pronunciamiento como de mera probabilidad o verosimilitud, es decir, de apariencia de derecho.