Habban señala a Jesús: “¿Es este hombre tu amo?” Tomás le mira embelesado y responde: “Sí, si, mi único Amo y Señor”. Y de este modo Tomás es encadenado y llevado a la India. Así empezó la Familia Oriental de Cristo, descubriendo tesoros desconocidos para nosotros, la Familia Occidental –tesoros que no han sido revelados hasta ahora. Tesoros que nos pueden aportar todo aquello que hemos soñado: salud, seguridad financiera, una relación estable, felicidad y el mismísimo Paraíso.