Desde que Vicente empezó su carrera política su objetivo había sido el más ambicioso: conseguir ser Presidente del Gobierno. Hijo único y huérfano desde una edad temprana, había enterrado todo sentimentalismo para convertirse en un hombre escéptico y práctico. Pero la ironía de la vida vuelve a golpearle cuando justo antes de cumplir su sueño le diagnostican un cáncer terminal que desbarata su aparente estabilidad. Una novela descarnada que refleja el crecimiento de una soledad cada vez más salvaje al final de la vida.