Las personas no son buenas o malas. Siempre hay matices y los prejuicios pueden desfigurarlos...Nueva York, 1929. Una niña se cuela en los lujosos almacenes Rosenberg. No tiene nombre ni edad, pero sí un objetivo: robar para sobrevivir. El destino hace que se cruce con el señor Rosenberg, el despiadado dueño de este gran im perio. Pero entonces ¿qué pinta el misterioso Serge en esta historia? Lo único que sab