Las órdenes militares tuvieron un protagonismo y un peso militar decisivo en la lucha contra el islam y en la recuperación del territorio español durante la Edad Media. Ese extraño ideal, para la mentalidad de nuestros días, que reunía en una misma persona las prácticas monacales y los ejercicios militares, se forjó y se plasmó en Tierra Santa a comienzos del siglo XII. En los años que sigueron a la Primera Cruzada, se formaron dos órdenes militares orientales: los templarios y los sanjuanistas. Muy pronto, en España, donde también estaba abierto un frente de lucha, se fundaron, a su imitación, otras tres: Calatrava, Santiago y Alcántara, y más tarde, en Valencia, la orden de Montesa. El autor ofrece una visión de conjunto de la actividad cotidiana y militar de estos monjes soldados. El repaso al día a día de las órdenes no sólo se centra en el periodo medieval, sino que abarca las transformaciones que éstas sufrieron una vez que, expulsados los musulmanes, se pusieron al servicio de la Corona, y se extiende hasta la época actual, cuando ya dentro del régimen liberal de los siglos XIX y XX tuvieron que adoptar nuevas formas y finalidades.Existían muchos estudios parciales y hasta alguna monografía de alguna orden, pero faltaba un libro como La cruz y la espada, un estudio de síntesis que nos presenta la vida de las cuatro órdenes militares desde el siglo XII hasta nuestros días.