Todas las cocinas son mestizas –sólo el crudívoro presume de conservar una cocina tan pura que se remonta al instinto depredador–, pero las hay más mestizas que otras. En España, el sustrato árabe se percibe en la dulcería de todo el territorio, sobre todo en los lugares de más larga instalación musulmana. Se pr oduce así el influjo arabizante de una cocina tan mediterránea como la murciana, y ese mismo influ