El jardín de los cerezos (1903) fue la última pieza que escribió Antón Chéjov (1860-1904) y es, quizá, la más famosa de todas sus obras de teatro. En ella, el autor vuelve a un tema casi omnipresente en sus creaciones: la lenta y prolongada agonía de la Rusia aristocrática y noble del siglo XIX. El oso y La boda son dos breves tragicomedias que corresponden al período en que Chéjov incursionó en el vodevil.
"La decadencia de la sociedad rusa de la época se visibiliza a través de esta casa con el jardín. Símbolo de opulencia de la familia y cómo seguir sosteniendo esto frente a la debacle. "