Nicolás Tadeo Gómez conoció el esplendor borbónico en Chile y Perú y la entrada de San Martín en Lima. En Santiago fue contable de una compañía comercial y en Lima entró en la élite criolla por su parentesco con los Salazar y Carrillo. Fue comerciante en las minas de Pasco, hasta que el arzobispo González de la Reguera lo ordenó sacerdote y lo nombró profesor de latín del seminario de San Carlos. En Cuzco