El sector del automóvil tiene una gran importancia desde el punto de vista económico y social en el desarrollo de los países, pues contribuye, en gran medida, a su crecimiento. En el mundo desarrollado, el incremento del número de matriculaciones, se produce en paralelo a las mejoras de las vías de tráfico y a la incorporación de elementos de seguridad activa y pasiva que, a disposición de los ciudadanos, se incorporan desde las administraciones y de la industria automotriz.