Es indudable que la aprobación del Estatuto de la Corte Penal Internacional ha supuesto un importantísimo avance en el Derecho penal internacional. Sin embargo, se trata de un texto que plantea múltiples problemas interpretativos, pues es fruto de intensas negociaciones entre países de muy distintos sistemas jurídicos. No e s de extrañar, por tanto, que se haya hablado del carácter heterogéneo de sus normas,