Sobrevivir al horror ya no se había convertido en una penuria, era mucho más despiadada, era el único modo en que muchos jóvenes de los años cuarenta tenían en su día a día que llevar en sus alforjas, los personajes que dan vida a esta historia son ya leyenda apagada o encerrada en el baúl de los nefastos recuerdos, y ojalá nunca nadie más tenga que sufrirla, pero sí hubo algo muy importante en sus vidas que a estos ignorados héroes nunca nadie les llegó a arrebatar, fue su amistad, su actitud y su amor.