Una historia poderosa y conmovedora que ahonda en la complejidadde las relaciones familiares y la fragilidad de su amorDurante generaciones, la familia deLarry Cook ha trabajado sin descanso hasta convertir un terrenopantanoso e inh¢spito en una de las granjas m s pr¢speras del condadode Zebulon, en Iowa. El propio Larry ha consagrado su vida a estecometido, por eso todos se sorprenden cuando, en mitad de unacelebraci¢n con vecinos y familiares, comunica la cesi¢n inmediata dela propiedad a sus hijas. Las tres herederas reaccionan de forma muydistinta al anuncio del padre, movidas por sus diferentespersonalidades y circunstancias: Ginny es una mujer llena de buenasintenciones, si bien frustrada por su infertilidad, Rose lucha porrecuperar su fortaleza tras someterse a un duro tratamiento mdico, yCaroline ejerce como abogada en la ciudad, ajena al d¡a a d¡a de lagranja. Cuando esta £ltima muestra reticencias ante la rara iniciativa de su padre y la complacencia de sus hermanas, Larry respondeexcluyndola tajantemente de la herencia. Este violento arranque no es sino el primer indicio de un comportamiento cada d¡a m sindescifrable por parte del patriarca, cuyo historial de arbitrariedad y manipulaci¢n comienza a recrudecerse, lo que da lugar a unatransformaci¢n de las relaciones de las hermanas con su padre y entreellas mismas.En Heredar s la tierra, lainconfundible voz de Jane Smiley se mimetiza con el paisaje quedescribe para abordar, desde la ternura y la violencia, temas como elapego, la enfermedad, la lealtad, la insatisfacci¢n, las apariencias y la impronta de los traumas. Esta historia, que recupera yreinterpreta la tragedia shakesperiana de El rey Lear, trasciende losmil acres de la granja de los Cook y revela los conflictos de sermujer ?y esposa, hermana o hija? en un mundo rural superado por lallegada de la modernidad, las secuelas de Vietnam y los anhelos de una generaci¢n desconcertada ante el sue¤o americano. ®En este libro poderoso y conmovedor,Jane Smiley toma las verdades contenidas en El rey Lear y lasilumina hacindolas suyas, y logra que los peligros de la familia, dela propiedad y de ser hija se vuelvan, una vez m s, reales,personales, novedosos, honestos e hirientes¯.br> Ron Carlson The New York Times